miércoles, 20 de mayo de 2009

sin titulo

El sol me da en la frente, tengo calor y si levanto la vista esta él, vestido de rojo, con anteojos de sol. Mirando con soberbia. Parado. Escuchando. Leyendo mi cabeza. 
De repente me mira  confundido. Ni él entiende lo que estoy haciendo ahora. 
La música rebota en mis oídos y mi birome va a la par de la cabeza. 
Él se acomoda esa especie de túnica que lleva puesta y me sigue mirando. 
Ya entendió todo. Ya sabe más que yo. Sabe de vos, de ella, de él. 
Solo le basta con mirarme para que yo no pueda ocultar nada. 
No le tengo miedo, aunque yo de él solo se lo que me dice. Mira y me sonríe. Sabe que me tortura no conocerlo en absoluto.
Levanta su mano. Aun tiene la sonrisa en la cara. Yo me concentro y lo miro. No se que puede llegar a decirme, pero se que me va a interesar. Su mano se acerca a los anteojos y se los saca. Veo sus ojos y me quedo quieta. Apenas si puedo moverme. Me veo a mi misma, sentada, mirándome. 
Sus ojos son míos. 
Nos reímos. 
Se pone los anteojos. 
Se los saco, aun riéndome, pero un poco mareada. 
Me pongo sus anteojos. Me sostiene la mano y empezamos a caminar.
Él empieza a hablarme, como nunca, como siempre. Yo lo escucho. Lo entiendo. Lo beso. Se que voy a acordarme muy poco de lo que haya dicho. Lo vuelvo a besar. El sonríe. No es necesario, pero le hace bien y me hace bien a mi. Él lo sabe.
Ahora lo miro. Lo entiendo con solo mirarlo. Sus ojos son míos y veo a través de él. Me canso. Me siento.
Confusión.
Caigo al piso.
Miro mis manos. Tienen sangre. No entiendo.
Tratando de entenderlo me olvide de mí. 
Me sangran las manos y las orejas.
Me toco el labio, no tiene sangre. 
Él me mira y se ríe cínicamente. 
Comienzo a temerle.
Él no para de reírse de mí.
La música sigue sonando en mis oídos.
El sol me da en la frente, tengo calor y si levanto la vista… él ya no esta. Miro mis manos. Aun sangran.







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otra cosa vieja... esta es del 2006 un dia de esos donde la mano entiende mas rapido lo que hace que la cabeza... que lindo sentimiento el de no poder parar de escribir...

1 comentario:

  1. Sí está buenísimo el momento que las palabras se dictan solas!
    Creo que es un ejercicio, no pasa tanto por "épocas de inspiración", es cuestión de seguir, hacer juegos, usar palabras de disparadores y hacer asociación libre... todo es válido.

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