miércoles, 27 de mayo de 2009

Barrilete

Con un cable a tierra que se mantiene firme, sostenido por mi mas obstinada racionalizacion y logica. 
Mi alma vuela y pretende jugar a irse lejos, sueña con romper ese hilo, y todos los obstaculos, y volar libre, dejarse llevar, cigamente, por las corrientes de aire, sin importarle que todos los barriletes sueltos quedan estrellados contra un arbol, o contra el suelo, atacados por bandadas de pajaros y, muchas veces, tan rotos que no pueden volver a levantar vuelo...

Pero mi logica no olvida, ya curo al alma, y no solo una vez, y la conoce, la mira en lo alto como juega a soltarse y le sigue el juego, pero no va a soltar el hilo, porque todavia la ve debil, una caida podria destruirla por completo. La deja volar, le da un poco mas de hilo, así juega con el viento, rie con la brisa y se divierte, pero no deja de controlarla, de arrimarla cuando es necesario y de ponerla en brazos que conforten pero que no tengan el poder de hacer daño (antes que tengan ese poder la razon y la logica vuelven a llamar al alma y le recuerdan que todo es un juego, y que es hora de buscar otras risas, nuevos colores, algunos placebos...)

Y así el alma no sufre, se recupera y se hace fuerte otra vez, permitiendo que la tengan atada, pero por un rato, ya que no duda que algun dia se va a volver a soltar, piensa que la caida puede ser dura, pero recuerda lo divertido que es volar sin ataduras, y espera que algun dia aparezca otra estrella (no como las que ya tubo, o si, pero distinta) que la ayude a mantenerse en el aire y no la quiera dejar caer.

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